En la historia de la humanidad siempre han existido los grupos secretos, como Grupos religiosos, logias y hermandades que se reúnen de modo exclusivo y selectivo en secreto desde hace siglos. Claro que en la era de las redes sociales, los grupos secretos adquieren otra utilidad y otros espacios -virtuales- en donde desarrollarse.

La red social por excelencia que los aglutina es Facebook y para muchos ya se convirtieron en la evolución natural de los cada vez más demandantes y caóticos grupos de WhatsApp o las eternas cadenas de mails que buscan ponerle fecha a un encuentro, mientras que en otros casos se están transformando en verdaderos creadores de comunidades.

Dentro de lo que son las miles de opciones que brindan las redes sociales, los grupos suelen resultar de gran utilidad, como afirman desde Facebook al medio “La Nación”, de Argentina: “Más del 60% de los 1600 millones de usuarios activos de Facebook utilizan grupos para descubrir, conectar, experimentar y conseguir metas conjuntas. Mark Zuckerberg utiliza esta opción y participa del grupo A Year of Running”, detallan.

Ciertamente, los grupos secretos son uno de los tres tipos que pueden crearse en Facebook (además de los abiertos o públicos y de los cerrados). Para estos últimos, una vez identificado, sólo hace falta pedir admisión.

Pero esto nunca puede hacerse para ingresar a un grupo secreto ya que -y de ahí su enigmática existencia- si se intenta encontrarlo poniendo su nombre en el buscador, no aparece. Sólo se puede dar con él si uno de sus miembros invita a participar.

Esto asegura que “califiquen” para pertenecer, ya que además de tener que ser conocido de alguien, la admisión pasa necesariamente por el filtro del administrador. Esto genera una especie de “Deep Facebook” que se mueve en las profundidades de la red social y que para la mayoría de los usuarios es desconocido y muchas veces se encuentran al borde de la ilegalidad, según lo considere Facebook. Ya que una de las principales característica de estar en un grupo secreto de Facebook radica en que todo lo que publicas tú y los demás miembros solo queda en el  grupo secreto, no lo ven el resto de las personas, es decir no se ve en tu muro público y según el contenido que se publique Facebook te lo puede cerrar.

¿A qué se debe en definitiva el éxito de los grupos secretos?

Por un lado, al ser Facebook una aplicación que se maneja desde un Smartphone, estos grupos pueden pensarse como una evolución de los grupos de WhatsApp, que además de resultar cada vez más invasivos, no son útiles a la hora de intentar encontrar la dirección de un lugar que alguien tiró veinte mensajes antes, o para postear fotos que queden para ser comentadas y que no se pierdan en la marea de un chat grupal.

“Esto se usa en principio para grupos que quieren un espacio, que lo que antes se hacía en foros privados, pero con la ventaja que se da en la interface que ya conoces que es la de Facebook, entonces cuando entras lo ves simple, tanto para comentar como para subir una foto, esa economía discursiva, que tu  no tengas que aprender cómo usarlo, hace que funcione y que tenga mucho éxito.

El tema es, como siempre, preguntarse ¿secreto ante quién? No es que están encriptados y nadie los puede ver, Facebook ve todo. Si tú quieres que otro usuario no lo vea, el grupo secreto es una solución,  si es que estás buscando que realmente sea secreto.

“Su uso suele ser diverso: grupos de amigos, ámbitos laborales que los crean para intercambiar información, de organización comercial o no comercial, por ejemplo Igual la verdad es que puede resultar engorroso porque necesitas autorización no de cualquier miembro, sino que tiene que ser del administrador, entonces muchas veces lo sacan de secreto porque hay que administrarlo.”

Evidentemente, los hay de todos los tipos y colores, e incluso pareciera existir el grupo secreto ideal para cada quien. La clave está en lograr encontrarlo o, mejor dicho, en lograr ser invitado.