A partir de hoy, aquellos usuarios que no hayan aceptado con anterioridad los nuevos términos de WhatsApp tendrán que hacerlo si no quieren quedarse sin servicio. Hace un mes la famosa aplicación de mensajería anunciaba, después de cuatro años sin cambios, las novedades en su política de uso, alusivas a permitir la transferencia de los datos de los usuarios de WhatsApp a Facebook, su comprador en 2014.

En un comienzo, la compañía norteamericana brindó la posibilidad a sus más de mil millones de usuarios de desactivar la opción de compartir datos como el número de teléfono o la lista de contactos, con un límite de treinta días. Hoy ese plazo ha finalizado y las personas que postergaron la aprobación de los términos de uso están condenados a aceptar las condiciones de uso si quieren seguir disfrutando de la aplicación, algo a lo que Alemania se niega argumentando que incumplen las leyes de protección de datos. 

Hoy, las autoridades alemanas han prohibido a Facebook recopilar y registrar los datos correspondientes a los usuarios de WhatsApp del país. La Agencia de Protección de Datos de Hamburgo, ciudad donde se instaló la sede de la compañía, ha impuesto una orden administrativa para parar la recolección masiva de información personal y propiciar que se eliminen los datos ya enviados a la empresa a través de la aplicación.

Alemania ha sido la primera en impulsar este tipo de operación en el marco europeo. El Comisionado de Hamburgo para la Protección de Datos y Libertad de Información considera su responsabilidad el proteger los datos de unos 35 millones de usuarios de WhatsApp registrados en Alemania. “Tiene que ser su decisión si quieren que sus cuentas estén vinculadas con Facebook, que debería pedir una autorización previa. Esto no ha sucedido”, indicaba el inspector del regulador alemán, Johannes Caspar.

Por otra parte, desde Alemania recalcan que Facebook y WhatsApp se califican como compañías independientes, por lo que la obligatoriedad de sincronizar los datos atenta contra los acuerdos firmados para la adquisición de la compañía de mensajería.

“El hecho de que esto suceda ahora no es solo engañar a sus usuarios y al público, también constituye una infracción de la legislación nacional de protección de datos. Este intercambio es solo admisible si ambas empresas han establecido una base legal para hacerlo”, sostiene Caspar. Subrayando que la red social no ha obtenido ninguna clase de aprobación previa de los usuarios de WhatsApp, ni cuenta con una base legal para los datos.

Desde su lado, Facebook defiende su cumplimiento la ley de protección de datos de la Unión Europea. “Estamos abiertos a colaborar con las autoridades de Hamburgo para responder a sus preguntas y plantear cualquier preocupación”, atestiguó un portavoz de la empresa a la agencia AFP.

Fuente: The Verge