De acuerdo al estudio Multipantalla Chile (Ipsos 2014), las personas pasan 3,5 horas frente a su smartphone. Es la primera pantalla que vemos al despertarnos y lo último que revisamos antes de irnos a la cama, nuestra herramienta de contacto con el mundo. En breve, también se convertirá en nuestra billetera gracias a la implementación de la tecnología financiera necesaria para que los pagos móviles pasen a ser protagonistas en las transacciones de todos los días.
Hoy, en Chile podemos encontrar en publicaciones especializadas numerosos artículos acerca de esta solución de pago y su impacto en las economías de Europa y Estados Unidos. Allí los consumidores ya están utilizando sus teléfonos inteligentes para pagar en las tiendas físicas gracias a la tecnología NFC (Near Field Communication) y las mejoras permanentes que se hacen en materia de seguridad. Por otro lado, cada vez más marcas aprovechan estos avances no sólo para simplificar los procesos de venta sino también para generar estrategias de marketing personalizadas y relevantes al consumidor. A nivel local, esta experiencia de utilizar nuestro celular como método de pago recién da sus primeros pasos.
Las billeteras digitales, como Worldline Wallet, funcionan como un contenedor seguro de identidades digitales que puede almacenar tarjetas de pago, dinero electrónico y otros tipos de documentos, como tarjetas de fidelización o documentos de identidad. Al momento de gestionar el pago, permite hacerlo en línea-vía Internet o directamente en las aplicaciones- o como pago sin contacto en las tiendas, a través de NFC, códigos QR (Quick Response Code) o BLE (Bluetooth LowEnergy).
¿Es segura esta tecnología?
A principios de este año, la Mobile Ecosystem Foundation difundió los resultados de un estudio realizado en 15 países: apenas el 15% de los encuestados había usado una billetera digital durante el año y el 72% afirmó que no estaban cómodos compartiendo información al usar una app. Finalmente, el 22% se mostró abiertamente preocupado de que sus datos financieros fueran robados.
Pero la tecnología de las billeteras digitales presenta dos tipos de seguridad: la física y la lógica.
La seguridad física es aquella que está dada por el uso del equipo móvil y por el ciclo de uso de este sistema, que es por contacto, por lo tanto el estándar de seguridad es mucho más alto. La transacción se realiza de manera presencial y es controlada al posicionar el aparato móvil sobre un POS e ingresarla clave. Por lo tanto, hay menores riesgos de clonación o pagos mal efectuados.
La seguridad lógica, por otro lado, se relaciona con lo que como industria se puede ofrecerá nivel de software: cómo hacer que un teléfono celular sea seguro y no roben los datos de la tarjeta. En el caso de Worldline, se trabaja con altos estándares de seguridad que se van perfeccionando permanentemente, como consecuencia de la experiencia en el mercado internacional.
Adicionalmente, existe la “tokenización”, que si bien no tiene un impacto directo en la experiencia del cliente, contribuye de manera significativa a la seguridad y la agilización de la implementación de pagos móviles dentro de una billetera. Su función es crear un código único que se usa en una sola ocasión, conocido como token, y que sale del dispositivo hacia la caja registradora gracias a la tecnología NFC del establecimiento.
Pagos del mañana
Chile, como muchos de sus vecinos en Latinoamérica, tiene gran potencial de crecimiento en el ámbito de los medios de pago electrónicos y digitales, pues cuenta con las condiciones tecnológicas para su implementación. Sin embargo, aún faltan dos acciones clave: abrir el mercado para que ingresen nuevos actores, con el fin de garantizar una oferta más competitiva; y fomentar la integración entre las diferentes redes. El mercado europeo hace mucho tiempo aprendió que es importante tener competencia y distintas alternativas para que, al final, sea el cliente quien decida cuál le brinda el mayor beneficio. Puede que haya diferentes soluciones en los distintos países de la UE, pero todas interactúan entre ellas.
Chile está encaminado a transformarse en una industria moderna.
Otro aspecto fundamental para la consolidación de la billetera digital como medio de pago es la educación de los potenciales usuarios y la construcción de una cultura respecto al uso de la tecnología en las transacciones económicas. En este sentido, debemos asegurarnos de que las personas entiendan cómo es el ciclo de compra, la seguridad y las ventajas que suma.
Por otro lado, las marcas deben implementar los incentivos correspondientes para el uso de esta tecnología, especialmente apoyándose en las herramientas que el mobile marketing habilita, como la segmentación, la geolocalización y la interactividad. Dado que al incorporar este tipo de tecnología en el ciclo de compra venta, hay una serie de costos que disminuyen y que pueden impactar los precios finales.
Esta tecnología apunta a todo tipo de mercado, pero beneficia más directamente a los retails, supermercados y grandes comercios, porque el proceso de compra-venta (a mayor escala en estos lugares) se da con mayor rapidez. Pero además, genera una nueva cultura comercial por parte de los usuarios, lo que obligará al comercio a permanecer siempre actualizado y atento a las nuevas exigencias del consumidor… Que siempre estará enfocado en disfrutar esta nueva experiencia de compra.
Por Juan Dabusti, CEO Worldline.