Niños nacidos en la era digital deben reaprender a autocontrolarse

Niños nacidos en la era digital deben reaprender a autocontrolarse

Expertos aseguran que la Generación Z, es decir, la que ha crecido con los videojuegos y los teléfonos móviles, ha ganado aptitudes cerebrales en lo que se refiere a la velocidad y los automatismos. Sin embargo, ha deteriorado otras como el razonamiento y el autocontrol.

El director del laboratorio de psicología del desarrollo y educación infantil del CNRS-La Sorbonne, en Francia, y autor del libro «Aprender a resistir», Olivier Houdé explicó un sistema de aprendizaje adaptado a estas mutaciones.

De acuerdo con el especialista el cerebro de los niños nacidos en la era digital es el mismo de siempre, pero en el que los circuitos utilizados cambian, ya que frente a las pantallas los nativos digitales tienen «una especie de tren de alta velocidad cerebral que va del ojo al pulgar».

Esta generación está utilizando sobre todo una zona particular del cerebro, el córtex prefrontal, para mejorar esa rapidez de decisión y de adaptación multitarea, ligada a las emociones.

«Pero esto se hace en detrimento de otra función de esta zona, más lenta, de distanciamiento, de síntesis personal y de resistencia cognitiva», aseguró el experto.

«La resistencia cognitiva permite inhibir los automatismos del pensamiento cuando se hace necesaria la aplicación de la lógica o de la moral. Inhibir, es resistir. Los nativos digitales deben reaprender a resistir para pensar mejor», dijo Houdé.

En la vida de los niños esto se traduce en un proceso de adaptación, que permite resistir a las respuestas impulsivas. Como esta maduración es lenta «hay que educarla y entrenarla intensamente en el colegio. Es lo que yo llamo «aprender a resistir», una pedagogía del control cognitivo».

El sicólogo ha demostrado esto en su laboratorio, pero aún le falta por demostrar sus aplicaciones en los colegios. «Es útil para el razonamiento la categorización, pero también la lectura o las matemáticas», agregó.

Por otra parte, este mecanismo cerebral permite, por ejemplo, «evitar decisiones absurdas, a veces de manera colectiva, en una empresa. Permite también resistir, en nuestras democracias, a las creencias erróneas: las teorías del complot, por ejemplo, o estereotipos muy anclados».

La resistencia cognitiva es también un factor de tolerancia que permite la inteligencia interpersonal, es decir, la capacidad de callar el propio punto de vista para favorecer el del otro. «Educar el cerebro es enseñarle a resistir a su propia sinrazón. Un verdadero desafío para las ciencias cognitivas y para la sociedad actual», concluyó Hondé.

Fuente: AFP