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Luego de semanas de rumores, Apple finalmente reveló el nuevo iPad, llamado iPad Pro, y que ha sido especialmente diseñado para usuarios pesados, personas que necesitan ser realmente productivos en una tableta. Esto toca varios puntos: una pantalla más grande y mejores capacidades de hardware.
La nueva pantalla llega a 12,9 pulgadas y tiene una densidad de pixeles que, según la misma gente de Apple, no tiene comparación con ningún otro dispositivo que corra iOS (el sistema operativo móvil de la marca). Para hacerse una idea de qué tan grande es esta nueva tableta, al girarse horizontalmente, el iPad Air 2 (el más grande y avanzado hasta hoy) cabe en la mitad de esta nueva pantalla.
¿Qué permite hacer esto? Bueno, comportarse más como un computador que soporta varias aplicaciones pesadas, multitasking al nivel de un PC promedio, pero en el tamaño y peso de una tableta.
Para lograr la integración entre el usuario pesado y la tableta, Apple introdujo dos nuevos accesorios que, aunque funcionales, parecen muy poco el Apple de Steve Jobs: un teclado y un stylus, un lápiz para uso digital.
Jobs fue durante años un gran enemigo de este tipo de lápices para tabletas y celulares. Incluso, en la introducción del primer iPhone (2007),el fundador de la empresa aseguró que un teléfono inteligente no puede ser inteligente en efecto si requiere el uso de un stylus.
Aunque nunca hubo un pronunciamiento oficial en contra del teclado externo, la filosofía detrás del iPad siempre fue un poco aquella de la autosuficiencia de un aparato pensado para la perfección, en palabras de Jony Ive, el jefe de diseño de Apple.
Ahora, por raro que parezca en este momento, la aparición de ambos accesorios se siente como una evolución natural para una tableta que busca llegar a personas con necesidades más intensas en términos de computación móvil. Claro, buena parte de la competencia de Apple en el terreno de las tabletas ya había incorporado ambos aparatos a su línea de producción desde hace un tiempo; incluso hay toda una serie de fabricantes que ofrecen ambos productos para los iPad actuales.
La jugada de Apple acá es seducir con un diseño impecable, por un lado, pero también lograr una integración más precisa entre el hardware y el software. Por ejemplo, la tasa de lectura de los sensores que registran el movimiento en la pantalla se ha duplicado para el iPad Pro, algo especialmente pensado para capturar los movimientos del lápiz (llamadoApple Pencil) en términos de ubicación, inclinación e incluso intensidad; todos gestos que deben traducirse en trazos más finos para un diseñador gráfico o un artista visual, por ejemplo.
Y si alguien tenía dudas que la compañía realmente quiere llegar al usuario en el lado corporativo, quizá éstas se desvanecieron cuando una de las demostraciones del evento de Apple incluyó a Kirk Koenigsbauer, vicepresidente corporativo de Office, quien subió al escenario para demostrar cómo Office se comporta en el iPad Pro. Un momento extraño, si se tiene en cuenta que Microsoft tiene sus propios desarrollos en el área de tabletas y tecnología táctil.
Apple dice que el iPad Pro tiene las mismas capacidades de procesamiento que el promedio de computadores portátiles que la gente está comprando actualmente. Phil Schiller, su vicepresidente de mercadeo global, aseguró que la nueva tableta es capaz de manejar tres fuentes de video 4K en iMovie, su programa de edición de video. Todo esto bajo la arquitectura del procesador A9X, la tercera generación de este chip de 64 bits, que hoy entrega 22 veces más desempeño que la primera versión de iPad.
El iPad Pro estará disponible en noviembre y cuenta con un precio inicial de US$799 para la configuración de 32 GB de almacenamiento. Hay dos modelos más, ambos con 128 GB de memoria, pero el más avanzado cuenta con conectividad a la red celular, además de WiFi, el único de la nueva línea con esta capacidad; sus precios son US$949 y US$1.079.
Resulta llamativo que la compañía haya restringido la conexión a datos de la red celular a sólo un modelo, pues hasta el iPad Air 2 solía ofrecer esta opción para toda la línea.
Además de este modelo de iPad, la empresa lanzó (sin decir mayor cosa al respecto) el iPad Mini 4, que, en palabras del propio Schiller, tiene las mismas capacidades de un iPad Air 2, sólo que en un menor tamaño.
Con estos lanzamientos, la línea de tabletas de la empresa quedó así: iPad Mini 2 y 4, iPad Air, iPad Air 2 y iPad Pro.
Luego de anunciar los cambios en iPad, Tim Cook, CEO de la compañía, introdujo el nuevo Apple TV: una de las mejoras más esperadas en la línea de producto de la empresa, pues contaba con una interfaz complicada e incluso obsoleta.
“Nuestra visión del futuro de la televisión es a través de las aplicaciones. Y para llegar hasta ella necesitamos un hardware poderoso con un sistema operativo moderno que permita mejorar la experiencia del usuario. Debemos tener una buena tienda de aplicaciones, así como herramientas para los desarrolladores”, dijo Tim Cook en este punto.
El centro de entretenimiento ahora cuenta con nuevo procesador, interfaz y control. Lo que más resalta es esto último, pues añade funciones que, francamente, debieron haber sido introducidas hace ya algún tiempo; en el momento de la presentación, Cook dijo que llevaban un rato preparando esto y hubo risas en el auditorio (risas de nervios o de molestia, quién sabe).
El nuevo control incluye una superficie para gestos táctiles y la posibilidad de realizar búsquedas por comandos de voz a través de Siri. En una demostración en vivo, una de las desarrolladoras del equipo detrás de Apple TV le pidió a Siri que le mostrara el capítulo de la serie “Modern Family” en el que sale Edward Norton; el resultado salió de inmediato.
Lo que buscan este tipo de integraciones entre una mejor tecnología debúsqueda con las plataformas de video en línea es reducir el tiempo que un usuario gasta tratando de decidir qué va a ver. En el caso de Netflix, por ejemplo, esta es una de las preocupaciones centrales del equipo que maneja su interfaz de usuario. “En nuestro escenario ideal, la perfección, el usuario prendería su televisor y el sistema le arrojaría no diez ni cinco opciones de programas, sino apenas una: justo el contenido que la persona quiere ver”, en palabras de Todd Yellin, vicepresidente de innovación de producto de Netflix.
La búsqueda de Siri se realiza entre varias aplicaciones de video, algo que con seguridad ahorrará tiempo. Pero quizá lo más interesante de lainclusión de la tecnología de voz en el Apple TV es la posibilidad de decir cosas como (en inglés, falta ver cómo será el soporte para otros idiomas): “¿Qué fue lo que dijo?”, a lo que el sistema responde devolviendo 15 segundos la reproducción actual. Un gesto simple que parece ir al corazón de algunas de las necesidades más básicas del usuario.
Otra de las mejoras de Apple TV es la posibilidad de jugar desde el televisor productos que se encuentran disponibles para el ecosistema de iOS. Claro, esto exige una reescritura de las aplicaciones para este nuevo formato, pero lo que esta opción ofrece es ampliar vastamente el panorama del juego casual, como se le conoce al uso ocasional que algunas personas hacen de los videojuegos; no se trata de los jugadores serios (gente que compra consolas o computadores específicamente para este fin), sino de aquellas personas que juegan un poco en la fila del banco o en un bus. Bueno, el punto es acercarlos más al placer de los videojuegos, pero ahora desde el televisor de la casa.
Puede que no se trate de una amenaza seria para las consolas, pues, después de todo, el Apple TV dista mucho de tener las posibilidades de una consola moderna, pero sí puede acercar más gente al mundo de los videojuegos, tal y como lo han hecho los teléfonos inteligentes.
El Apple TV utiliza el nuevo control y los gestos táctiles de éste para los juegos, además de su acelerómetro y giroscopio, dos elementos presentes en el iPhone: o sea, es como jugar con el teléfono de la marca, sólo que en la pantalla del televisor. El dispositivo cuenta con su propio sistema operativo (TV OS), que ya tiene registrados 11 millones de desarrolladores, entre los que se cuentan Netflix, HBO, Hulu, Activision (que llevará Guitar Hero al Apple TV), entre otros.
Ahora, se suponía que el evento del martes sería sobre los nuevos iPhone. Y también lo fue. Las mejoras son algo discretas (ninguna en términos de diseño ni tamaños) y estuvieron centradas en mejor procesador y, notablemente, una mejor cámara.
Pero, primero, la introducción de una nueva tecnología para Apple, la posibilidad de realizar gestos táctiles a través de la fuerza: un teléfono que siente la intensidad y reacciona ante ésta. La función se llama 3D Touch y, en justicia, es muy similar a la introducida la semana pasada, en IFA Berlín, por la compañía china Huawei, que la incluyó en su nuevo Mate S Force Touch.
La diferencia entre ambos fabricantes en este punto será, claramente, lo que el sistema operativo permita hacer con los nuevos gestos. En el evento de Apple se mostraron algunas de estas posibilidades, como obtener una vista rápida de un correo aplicando un poco de fuerza; al presionar más fuerte el correo se abre completamente. La nueva versión del sistema operativo de la compañía, iOS 9, estará disponible el 16 de septiembre.
Aunque ambos teléfonos, el iPhone 6S y el 6S Plus, continúan con los mismos tamaños ahora incluyen una mejor cámara trasera, que trae 12 megapixeles y varias mejoras en términos de sensores y lectura de la luz.
Además de esto, la compañía introdujo una funcionalidad realmente interesante llamada Live Photos: las fotos despliegan pequeños cortes de video y sonido del momento en el que fueron tomadas. Esta función permite capturar segundo y medio antes y después de la captura de una fotografía para que después el usuario pueda revivir, brevemente, algo más del instante real detrás de la foto.
Apple asegura que su nuevo software es inteligente en términos de procesamiento de estos materiales extra de las imágenes, pero algo que con cierta seguridad sufrirá un impacto es el espacio de almacenamiento del teléfono, que para muchos ya resulta bastante limitado. Live Photos puede ser desactivado por el usuario, cabe aclarar.
Los precios de los nuevos teléfonos son los mismos que ya regían para la anterior versión de estos (iPhone 6 y 6 Plus, US$649 y US$749 para los modelos básicos).
La línea de iPhone quedó compuesta así: 5S, 6, 6 Plus, 6S y 6S Plus.